El humeante y rojo firmamento
Una cruz muerta de remordimiento
Asesina la fe de la abadía
Y el súcubo roe por el día
Mástiles en tememos profanados
Férvidos corazones destrozados
Habitan los infiernos desolados
Donde demonios fueron amados
Da inicio un cántico infernal
Al nefasto réquiem terrenal
Abrevada la tierra en llanto
Y el inicuo en un negro manto
Sella un eclipse muy tierno
Con campanadas del averno
Los enigmas de la sombra caen
Bicéfalos de la quimera salen
Es el rudimento del final
Desde la sombra abismal
Es el réquiem de la soledad
Y una era llena de maldad
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