El letargo de mi desfortunada suerte
Ha dejado mi efímero corazón indolente
Los banales de mi alma han caído
Y mi decadente cuerpo quedo afligido


El destello tenue de mis ojos se ha perdido
En la sombra derramo un lamento y alarido
Mi vida en zozobra se ha terminado
Con sinfonías místicas e llorado

Un hálito de paz llega hasta mí…
Es el ángel de alas negras que pedí
Su férvido resuello invade mi ser
Trae calma y me hace padecer

4 velas rodean mi nueva morada
El adiós me da la última campanada
Mi pálida dermis, y cuerpo esta inerteMe ha cubierto el terciopelo de la muerte

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