Mi alma es un oscuro bosque
Donde retumba el aura de la soledad
Resalta la luna en mis pupilas llenas de sangre
Y la niebla envuelve mi corazón adolorido
Los demonios danzan…
Junto a un cuervo sanguinario
Y a veces una vela muere
En las altísimas estrellas
La cruz negra de mis pecados
Humedece mi alma en llanto
Mientras resuena la oscuridad
En mi cuerpo frió y silencioso
Como testigo mi vieja rosa negra
Que he sido olvidado
Como aquel corazón del vagabundo
Que lentamente muere en el atardecer
Se apodera de mí la penumbra
Y la noche entona su más brillante melodía
Pero una luz tenebrosa
Quema este bosque infinito de sufrimiento
Que es mí ser.
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